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lunes, 31 de diciembre de 2012

EL TANQUE RUSO T-26 QUE ACABÓ EN EL BANDO NACIONAL


El «tanque» soviético que el bando nacional apresó en la Guerra Civil

Día 30/11/2012 - 17.52h

El Museo de Unidades Acorazadas tiene entre sus tesoros este carro de combate «T-26» Modelo 1933 




En el museo al aire libre de unidades acorazadas de la Brigada «Guadarrama» XII del Ejército de Tierra (en la madrileña Base de «El Goloso») hay un carro de combate que llama la atención. Con la bandera de España pintada en su frontal. Es el carro soviético «T-26» modelo 1933. Uno de los carros de combate que el bando nacional pudo capturar al bando republicano durante la Guerra Civil. Justo en frente, esta la versión 100% republicana, sin la bandera nacional.



Una vez en el bando liderado por el general Francisco Franco, al carro de combate se le pintó la bandera de los colores nacionales. Era también conocido como «Vickers», por ser una copia del «Vickers» 6 toneladas, comprado por la URSS al Reino Unido.



«Desde septiembre de 1936 llegaron a la zona republicana unos 450 y fue el mejor carro de la guerra», explica el folleto de un museo desconocido que se puede visitar previa solicitud de visita. «En zona nacional era muy apreciado por el cañón, por lo que los capturados se ponían en servicio cuando se podía, pintados con grandes banderas para distinguirlos bien».





A FONDO: T-26


Tipo Tanque ligero de infantería
País de origen Bandera de la Unión Soviética Unión Soviética
Historia de servicio
En servicio 1931 - 1945 (URSS)
1936 - 1953 (España)
Operadores Véase Usuarios
Guerras
Historia de producción
Cantidad producida 11.218[1]
Especificaciones
Peso 10,5 t
Longitud 4,88 m
Anchura 3,41 m
Altura 2,41 m
Tripulación 3 (Comandante-artillero, cargador y conductor)

Blindaje 15 mm acero remachado casco y torreta, 10 mm techo y 6 mm en el suelo barcaza
Arma primaria cañón de 37 ó 45 mm
Arma secundaria 2 ametralladoras DT de 7,62 mm

Motor GAZ T-26 refrigerado por aire, 8 cilindros opuestos en línea., gasolina
91 CV (68 KW] 2200 rpm.
Relación potencia/peso 9,23 CV/t
Velocidad máxima 28,5 km/h en carretera y 20,9 km/h campo a través
Autonomía 225 km carretera y 175 km campo a través.
Transmisión Por árbol y caja mecánica de ciclos con 5 velocidades hacia delante y una hacia atrás.
Rodaje orugas con 8 ruedas de rodaje a cada lado
Suspensión ballestas invertidas

El T-26 fue un tanque ligero soviético que participó en numerosos conflictos de los años 30 así como en la Segunda Guerra Mundial. Fue desarrollado a partir de 1930, tomando como modelo al Vickers 6-ton británico, siendo considerado por algunos como el diseño de tanques más exitoso de años años 30.



Fue fabricado en mayor cantidad que cualquier otro tanque de su época, siendo producidos más de 11.000 unidades. Durante los años 30, la URSS desarrolló un número récord de 53 variantes del T-26, incluyendo diferentes vehículos de combate basados en su chasis como tanques lanzallamas, vehículos de ingenieros, artillería autopropulsada o tractores de artillería; 23 de estos modelos fueron producidos en serie, mientras que otros quedaron como modelos experimentales.



Fue suministrado en grandes cantidades por el Ejército Rojo a las fuerzas armadas de la Segunda República durante la Guerra Civil Española (1936 - 1939), y cuando esta finalizó las unidades restantes fueron puestas de nuevo en servicio dentro del Ejército Franquista. Participó durante algunas de las primeras operaciones de la Segunda Guerra Mundial, como en el ataque a Polonia y la Guerra de Invierno con Finlandia, cesando su producción en 1941. Durante la Invasión alemana de la URSS participó en gran número dado que constituía el grueso de las fuerzas acorazadas soviéticas, aunque fue paulatinamente sustituido por otras unidades más modernas como el T-34. Aun así, destacó su participación durante la Batalla de Moscú, el Sitio de Leningrado (1941-1944), la Batalla por el Caúcaso o incluso en una fecha tan tardía como 1945, durante la Invasión soviética de Manchuria.[6]
El T-26 fue exportado y empleado extensamente por los Ejércitos de España, China y Turquía. Además, las unidades capturadas del T-26 fueron usadas de nuevo por las Ejércitos de Finlandia, la Alemania nazi, Rumanía y Hungría.

A finales de la década de 1920, los diseñadores del Ejército Rojo elaboraron un programa de construcción de tanques. Del mismo modo que sucedía en otras naciones, la Unión Soviética fue consciente de la necesidad de un tanque de apoyo a la infantería y, después de haber intentado desarrollar un proyecto propio, optó por el modelo del tanque ligero británico Vickers 6-ton , planeándose su producción a gran escala, ya que el tanque británico costaba 42.000 rublos en oposición al T-19 soviético (el equivalente que se estaba produciendo en aquel momento) que costaba 96.000 rublos y además era más complejo de mantener y fabricar.


El modelo fue denominado V-26 (denominación soviética de los carros británicos) y se renombró a T-26, llegando los primeros ejemplares británicos a la Unión Soviética en 1930, siendo siglados como T-26A-1. Un grupo de ingenieros del Departamento de Diseño Experimental (OKMO) en la factoría Bolchevik de Leningrado, bajo la dirección de N. V. Barikov y S. A. Ginzbury, fabricaron 20 vehículos similares; después de diversas pruebas, el proyecto fue aceptado por el Consejo Militar Revolucionario en febrero de 1931 y la producción comenzó ese mismo año en varias fábricas, entre las que se contaba la fábrica Kirov de Leningrado. Los primeros modelos iban equipados con un sistema de dos torretas, con sendas ametralladoras de 7,62 mm en el T-26A-2 y una de 12,7 mm, más otra de 7,62 mm en el T-26A-3; algunos fueron provistos con una ametralladora en una torreta y un cañón (de 27 mm en el T-26A-4 y de 37 mm en el T-26A-5) en la otra. Pero, el sistema de las dos torretas se mantuvo hasta 1934, donde ese mismo año se construyó un único tanque T-26 multitorreta, siendo sustituida su producción por el, ya en marcha, T-26 con una sola torreta. Los siguientes T-26B montaba un único cañón (de 37 mm en el T-26B-1; de 45 mm en los modelos posteriores).



Los primeros T-26 fueron copias prácticamente idénticas del original británico (aparte de unas mínimas variaciones en la parte delantera del casco), simples y robustos, de estructura casi totalmente remachada. El primer modelo, el T-26 Modelo 1931 (T-26A) fue sustituido por el T-26 Modelo 1933 (T-26B) que tenía algunas mejoras, como la torreta única. En el periodo anterior a 1941, el Modelo 1933 constituyó el tanque soviético producido en mayor número: unos 5.000 ejemplares, antes de que cesase su fabricación en 1936. Posteriormente, entró en producción el tipo T-26S Modelo 1937 que montaba el cañón de 45 mm ya instalado en las últimas versiones del Modelo 1933, pero que poseía una nueva torreta de concepción mejorada y de construcción por soldadura autógena.

La soldadura se adoptó después de las experiencias obtenidas en los combates con los japoneses que tuvieron lugar a mediados de la década de 1930 a lo largo de las confusas fronteras de Mongolia y Manchuria. Se recibieron informes del general Vasili Blücher, comandante del Ejército Especial del Lejano Oriente, estableciendo que los tanques T-26 de coraza remachada se habían mostrado poco eficaces ante el fuego japonés: la práctica demostró que en un T-26 alcanzado por disparos enemigos era posible que los remaches, expulsados de sus alvéolos, salieron disparados hacia el interior del carro como verdaderos proyectiles. Se decidió entonces el uso de la soldadura, el cual se inició en los últimos tanques Modelo 1933, pero se normalizó en el T-26S.

La fabricación de la serie T-26 terminó totalmente en 1941, tras el comienzo de la Operación Barbarroja, cuando los alemanes se adueñaron de la mayor parte de las fábricas que construían el vehículo y los nuevos centros de producción, situados en las regiones orientales de la URSS, se dedicaron a construir tanques más modernos como el T-34.Pero para el año 1941 ya se habían entregado 11,218 T-26 de todos los tipos; en consecuencia, estos se encontraron entre los vehículos acorazados más numerosos utilizados en la primera fase de la Gran Guerra Patriótica.

Versiones Especiales




Durante su vida operativa, los T-26 experimentaron muchos cambios en su producción y empleo, la mayor parte de los primeros se dieron en la mejora del blindaje (espesor mínimo de 6 mm y máximo de 25 mm) y del armamento. Asimismo, se construyeron muchas versiones especiales, entre las que quizás fueron las más numerosas los tanques lanzallamas, identificados con el prefijo OT. La primera de estas versiones fue denominada OT-26 y la última OT-133; la mayor parte tenía la boquilla del arma en una torreta y carecía de cañón, pero los siguientes modelos estuvieron dotados de un cañón, además del lanzallamas. Se produjeron también versiones posapuentes (ST-26) y se hicieron tentativas de montar en el tanque piezas de 76 mm para incrementar la eficacia del apoyo a la infantería. También se desarrollaron versiones especiales de mando, equipadas con radio, designadas T-26A-4(U) y T-26A-2(U); estas eran identificables por su antena de radio en "barandilla" alrededor del casco.

Historia Operacional


















Durante los años 30 entraron en combate contra las Fuerzas japonesas durante las Guerras Fronterizas Soviético-japonesas, especialmente en batallas como la de Jaljin Gol y el Lago Jasán. También tuvo una destacadísima participación durante la Guerra Civil Española, donde fue enviado en grandes cantidades para apoyar a la República Española contra las Fuerzas sublevadas.
Tras el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, intervino en la invasión soviética de Polonia y en la Campaña contra Finlandia de 1939-1940. Al producirse la invasión alemana de la Unión Soviética, en 1941, un gran número de T-26 fueron destruidos en combate o cayeron en manos de los invasores. Muchos fueron transformados por sus nuevos propietarios en tractores de artillería o en cañones autopropulsados, ya que estos tenían una gran necesidad de este tipo de vehículos. Para entonces este tanque ya estaba siendo sustituido por modelos más modernos, aunque los soviéticos lo continuaron empleando en operaciones tan importantes como la Batalla de Moscú, el Sitio de Leningrado o la Batalla del Caúcaso. Incluso en una fecha tan tardía como 1945 fue empleado durante la Invasión soviética de Manchuria, coincidiendo con el final de la Guerra Mundial.




































Guerra Civil Española

El 15 de octubre de 1936 llegó el primer embarque de 50 tanques T-26, que arribaron a Cartagena.Estos entraron en combate en combate muy pronto, el 26 de octubre, bajo la dirección del teniente coronel soviético Semyon Krivoshein, al sur de Madrid. La primera operación de combate en España de los T-26 estuvo cerca de la ciudad de Seseña, cuando una compañía de tanques republicanos contraatacaron contra la punta de lanza de la unidad de los sublevados durante su avance hacia Madrid. A pesar de que comúnmente se menciona que las fuerzas republicanas recibieron 312 T-26, este número incluía FT-17s, entregados por Polonia, y 15 T-26 que en realidad nunca llegaron a España. En última instancia, 281 T-26 fueron entregados a España durante la Guerra Civil Española.

Los primeros 50 tanques T-26 que llegaron a España fueron tripulados por personal soviético. Sin embargo, el teniente coronel soviético Krivoshein abrió una escuela de formación en la localidad de Archena, cerca de Cartagena, reclutando principalmente a conductores de camiones y autobuses de ciudades como Madrid y Barcelona. Con el entrenamiento en marcha, y los tanques incorporándose rápidamente al combate, los primeros 50 vehículos del Ejército Popular republicano se organizaron en el primer batallón de tanques. En diciembre de 1936, el general Pavlov organizó nuevos vehículos blindados soviéticos en una brigada blindada, la componían cuatro batallones de tanques y una compañía de reconocimiento. Esta brigada, conocida como Brigada de Carros de Combate, se componía de 56 tanques y 68 vehículos blindados, e inmediatamente entró en combate en torno a Madrid, incluso en las batallas de Jarama y Guadalajara. En julio de 1937, la brigada participó en la Batalla de Brunete, la batalla más grande con tanques desde el principio de la guerra, participando unos 150 tanques republicanos. La batalla fue también uno de los pocos ejemplos durante la Guerra Civil Española de la utilización de tanques para explotar una penetración a lo largo del frente.

T-26 Embarcados Durante la Guerra Civil

FECHA                                                BARCO                                                             Nº VEHICULOS

15 de octubre de 1936                         Komsomol                                                                                 50
30 de noviembre de 1936                    Cabo Palos                                                                                37
30 de noviembre de 1936                    Mar Caribe                                                                               19
6 de marzo de 1937                             Cabo Santo Tomé                                                                      60
8 de marzo de 1937                             Darro                                                                                        40
7 de mayo de 1937                              Cabo Palos                                                                               50
13 de marzo de 1938                           Gravelines                                                                               25

Antes del final de la contienda, volvieron a entrar en acción en las batallas de Belchite, Teruel y en la del Ebro, su última acción importante. Demostraron tal superioridad ante los blindados alemanes (tanque PzKpfw I) e italianos (tanqueta CV.3/35), vulnerables a los disparos del T-26, que el mando rebelde decidió ofrecer una recompensa en metálico (500 pesetas de la época) por cada ejemplar capturado. Sin embargo, a pesar de ser superior a los carros alemanes en dicha guerra, muchos fueron destruidos con relativa facilidad. El bando rebelde ideó la forma de destruir a los T-26, llegando incluso a tirar mantas sobre las tomas de aire de los motores y hacerlas arder con algún componente inflamable. El invento del cóctel molotov fue un gran avance que lanzándose sobre el motor del tanque, podía inutilizarlo fácilmente. Además el blindaje de entre 7-15 mm en el frente era insuficiente para protegerse de cualquier cañón antitanque de la época. Esto, junto con las deficiencias de los motores, llevó a los soviéticos a pensar en la necesidad de un tanque mejor protegido y fiable, de donde partió el tanque medio T-34 y el pesado KV-1.



Ejércitos que lo utilizaron

La URSS fue el mayor usuario de T-26, pero vendió algunas unidades a otros países con el fin de mostrar su tanque estrella del momento. El 1 de junio de 1941 el ejército Rojo tenía 10.268[1] T-26 de entre todos los modelos incluyendo los de mando y para otros propósitos, aunque la producción final fue de 11.219 ejemplares.
Otros usuarios del T-26 fueron:





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