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lunes, 20 de diciembre de 2010

"ATLANTIS" BUQUE CORSARIO ALEMÁN, NOBLE Y DEPREDADOR DEL MAR













"Hemos cazado al Bismarck, al Graf Spee, hemos hundido a Prien con su submarino... no es posible que no podamos con el Atlantis". La frase desesperada de Charles Laughton en el papel del almirante Russell en la película Bajo diez banderas da la medida de la angustia que le provocó a la Marina británica la acción del crucero auxiliar alemán más famoso de la II Guerra Mundial. Desde su partida en marzo de 1940 hasta su destrucción por los cañones del crucero HMS Devonshire el 22 de septiembre de 1941 en el Atlántico Sur, el Atlantis hundió 16 buques mercantes enemigos y capturó otros seis, navegó por casi todos los mares estrangulando el comercio aliado en un periplo trufado de peripecias que parecen salidas de la más emocionante novela de aventuras -incluidos ciclones, abordajes, tiburones y cocoteros-, y dejó no solo un rastro de devastación sino, lo que es mucho más raro, una estela de caballerosidad y compasión reconocida hasta por el enemigo.

El corsario, un mercante adaptado y armado con cañones, lanzatorpedos, ametralladoras y dotado de un hidroavión de reconocimiento, llegó a llevar ¡siete capitanes presos! Y a toda la tripulación se la premió con la Cruz de Hierro. La publicación ahora por Edhasa de las apasionantes memorias del capitán de ese notable navío, Bernhard Rogge, recupera la espectacular odisea del Atlantis. El libro, editado en Alemania en 1955 como Schiff 16 -Barco 16, la denominación del buque en la Kriegsmarine-, sirvió de base para la película de 1960, convertida poco menos que de culto. La traducción española aparece con el mismo título del filme, Bajo diez banderas, un título ilustrativo porque se refiere a la principal característica del Atlantis: su camaleónico transformismo. Efectivamente, como sus ocho letales hermanos (de sus andanzas dio cuenta en un libro inolvidable Luis de la Sierra: Corsarios alemanes en la II Guerra Mundial, Juventud, 1971), el buque de Rogge se camuflaba de inofensivo mercante -incluyendo el disfraz de los tripulantes: hasta de muchachitas japonesas- para acercarse a sus presas y capturarlas por sorpresa. En el último momento, el lobo con piel de cordero descubría el ardid, enarbolaba el pabellón de guerra alemán, y al grito de "Fallen Tarnung!" dejaba caer los mamparos, tinglados y falsas estructuras que escondían los cañones...

Puede parecer que el asunto era muy tramposo, pero está aceptado por las leyes del mar, siempre y cuando al producirse el ataque muestres tu verdadera bandera. De hecho, la aventura del Atlantis, depredador solitario, entronca con una gran tradición romántica marina con el inmediato precedente de los legendarios corsarios alemanes de la I Guerra Mundial, el velero Seeadler, del conde Von Luckner , el ex bananero Möwe o el mítico Wolf.

Lo que hace destacar especialmente al Atlantis es la personalidad de su capitán. Perseverante y valeroso marino, cuidó lo indecible de su tripulación, procuró no hacer la guerra más cruel de lo que es, trató de salvar todas las vidas posibles -nunca dejó de rescatar y acomodar a los náufragos enemigos- y se comportó como un hidalgo de los mares. Es cierto que su bandera lucía la preceptiva esvástica y al cabo luchaba en una guerra de agresión contra la causa de la libertad pero se granjeó el respeto hasta de los capitanes cuyos barcos mandó al fondo del mar, que no debían estar muy bien predispuestos. En su barco impuso el saludo "Buenos días", en lugar del "¡Heil Hitler!": todo un detalle. Sobrevivió al hundimiento del Atlantis y luego al del barco que recogió a la tripulación, que no volvió a casa sino 655 días después de haber zarpado y sin haber puesto los pies en tierra más que en dos ocasiones por unas horas y en parajes de tan poca fiesta como las islas Kerguelen. En el libro seguimos esa larga y azarosa singladura, la tensión del acecho, la audacia de las dotaciones de presa ("¡Hands Up!") y el sangriento horror del combate. El relato incluye momentos de humor, incluso involuntarios, como cuando el capitán refiere que el tratamiento de las cuestiones sexuales de la tripulación "contó con la atención, la observación y la colaboración comprensiva del cuerpo de oficiales".

Fuente Diario "EL PAIS"


A FONDO

LA VERDADERA HISTORIA DEL ATLANTIS

Atlantis
HSK 2; Schiff 16, Corsario C

Cuando fue botado el que se convertiría en el buque corsario más famoso de la historia se llamó Goldenfels. Fue transformado en Bremen en el HSK 2 en 1939 y el 19 de diciembre fue entregado de manera formal a la Kriegsmarine, bajo el mando del Kapitän zur See Bernard Rogge. Las primeras semanas las pasó entrenándose como Sperrbrecher -un buque para guiar y escoltar a los buques fuera de puerto a través de los campos de mina.

El 23 de marzo de 1940 fue repitando y se le quitó su segunda chimena, disfrazándose así como el Knute Nielsen noruego, y luego como el Kim soviético. Para este segundo disfraz Rogge llegó cubrir uno de sus hidroaviones Heinkel con las insignias soviéticas y lo dejó en la cubierta, muy visible. Protegido por el mal tiempo, el buque, bautzado como Atlantis por su capitán, partió hacia la costa noruega, para dar el giro habitual camino del Atlántico a través del estrecho de Dinamarca. Su gran velocidad le permitió llegó al océano el 8 de abril, y dos semanas después cruzaba el Ecuador.

Para entonces iba disfrazado como el Kassi Maru japonés, y así inteceptó y hundió al carguero británico Scientist con torpedos y cañonazos; antes de marchar hacia el sur rescató a casi todos sus tripulantes. El 10 de mayo el capitán Rogge minó el cabo Agulhas antes de navegar a lo largo de la costa sudafricana hacia el oceáno Indico.

El 21 de mayo se disfrazó de nuevo, como el holandés Abberkerk. El 10 de junio capturó, tras una larga caza, al Tirranana noruego, que combatió durante tres horas antes de rendirse. El Tirranna llevaba una carga valiosa y se le dotó de una tripulación para llevarlo a Alemania Hasta el 11 de julio de 1940 no se volvió a cobrar otra pieza: el City of Baghdad, que fue hundido y su tripulación capturada.

Dos días más tarde le tocó el turno a un gran carguero, el Kemmendine, el cual, tras aparentar rendirse, abrió fuego con su cañón sobre el Atlantis, que replicó al fuego. Envuelto en llamas, fue rematado con torpedos, y se capturó a su tripulación.

Al reunirse con el Tirranna para transferirle combustible y enviarlo con los prisoineros a Alemania, sucedió un incidente que muestra porqué Rogge se ganó el respeto de sus enemigos. El oficial al mando de la tripulación del Tirrana descubrió que algunos de sus hombres habían robado diversos objetos, incluyendo los prismáticos del capitán. Les hizo devolver todo, pero los prisnáticos no aparecieron. Al informar a Rogge, este ofreció no tomar represalias si aparecían. Al conocer la identidad del culpable y que éste los había tirado por la borda por temor a ser descubierto con ellos, Rogge sometió a consejo de guerra al marino, que fue sentenciado a dos años de cárcel, expulsión deshonrosa de la marina y obligado a pagar una compensación al capitán noruego.

Mientras se transfería el combustible al Tirranna, apareció otro barco, que el Altantis interceptó. Era el Talleyrand, un buque hermano del Tirranna, que se aproximaba creyendo que éste tenía problemas y estaba siendo ayudado por otro buque. Se usó el combustible del Tayllerand para llenar al Tirranna y luego el mercante fue hundido. El Tirranna fue enviado a Alemania pero, mientras esperaba cerca de la costa francesa para ser llevado a base, fue hundido por un submarino inglés, muriendo muchos de los que Rogge había salvado.

El 24 de agosto rogge hundió al King City, británico, cerca de Madagascar, y el 9 al petrolero Athelking. Al día siguiente le tocó el turno al Benarty, cuya tripulación y cierta cantidad de documentos del Almirantazgo pasaron a engrosar la list ade trofeos del Atlantis. El 19 de septiembre interceptó al Commissaire Rammel, un buque de pasajeros que, tras rendirse, comenzó a pedir socorro por radio. Fue silenciado a cañonazos, pero el buque quedó gravemente dañado. Tras rescatar a los supervivientes, el bunque fue hundido. Para entonces el Atltantis ya llevaba 300 prisioneros a bordo.

Después de esta acción el Atlantis abandonó las rutas comerciales, mientras se daba un repaso a sus motores diesel. Hasta el 1 de octubre no retomó las operaciones, y pasaron tres semanas hasta que se interceptó otro buque, el Durmitor, yugoslavo, neutral, pero, al dirigirse hacia puerto aliado, fue capturado y enviado a Somalia, ocupada por entonces por Italia.

El 8 de noviembre, en la bahía de Bengala se detuvo y capturó al petrolero Teddy, sin tener que disparar una sola granada, al ser engañado el capitán y creer que se trataba de un crucero auxiliar inglés. Su valiosa carga de combustible fue un auténtico regalo para los alemanes, que enviaron al Teddy a un lugar de reencuentro para volverse a reaprovisionar más adelante. Dos días más tarde el mismo truco funcionó también con el petrolero noruego Ole Jacob, que transportaba combustible de aviación y que fue enviado a reunirse con el Teddy y esperar instrucciones de Rogge.

El 11 de noviembre, tras una persecución y varios disparos, se captura al Automedon, que transportaba piezs de recambio para vehículos y aviones, además de suministros y repuestas para maquinaria. Lo más importante era, a parte de detalles de las defensas inglesas en Singapur, varios cientos de cajas de whisky, varios millones de cigarrilos y comida congelada, así como fresca. Tras salvar toda la carga que pudieron, el Automedón fue hundido.

Tras reunirse con el Ole Jacob y transferirle a los prisioneros, lo enviaron a Kobe, en la neutral Japón, para cambiar el combustible de aviación por diesel. El 7 de diciembre el crucero auxiliar HSK 5 Pinguin se unió al Altantis, y pocos después lo hizo el petrolero capturado Storstad. El Atlantis rellenó sus depósitos de combustible y Rogge se enteró de que le habían condedido la cruz de caballero.

Se partió hacia el archipielago de Kerguelen, en el sur, donde se descansó un poco y se reparó el barco. Un mes después partía hacia los cotos de caza situados entre Madagascar y la India, cobrandose varias presas, como el Ketty Brovig, con una valiosa carga de fuel oil y diesel. Tras varias semaas sin éxito el buque se deantró en el atlántico sur, capturando a un buque de pasajeros, el Zam Zam, que entre su carga incluía material de guerra y civiles americanos, algunos de los cuales iban dotados, por desgracia, con cámaras, cuyas fotos no tardaron en llegar a manos británicas.

La siguiente víctima fue el carguero inglés Rabaul, hundido el 13 de mayo. Cinco días después, un portaaviones y el acorazado HMS Nelson pasaron cerca del corsario sin verlo, lo que sería lamentado, el 24 de mayo, por el carguero Trafalgar, que transportaba carbón, que fue hundido por el Atlantis. El mismo destino corrió el Tottenham, que transportaba material de guerra, incluídos aviones y camiones, hundido el 17 de junio, y el Balzac, con comida, el 22.

Tras quince meses de constnte navegación, el buque y sus tripulantes necesitaban un descanso, por lo que se salieron de las rutas de navegación, para realizar algunas reparaciones y darse un erspiro, antes de reuinrse con el HSK 1 Orion para darle algo de combustible.

De vuelta a la acción capturaría al carguero Silvaplana en el Cabo de Hornos, el 10 de septiembre. Tras rabastecerse y transferir sus prisoineros al buque de suministros Kunsterland el 21 de ese mes, el Atlantis dejó el Cabo para volver al Atlántico.

El 13 de noviembre reabasteció de combustible al U-68, y el 22 hacía lo mismo con el U-126 cuando apareció de repente el HMS Devonshire, que identificó al Atlantis gracias a las fotos del Zam Zam. El HMS Devonshire dañó al Altantis con sus cañones, mientras disparaba lejos del alcance de los cañones ligeros del Atlantis, por lo que Rogge optó por lanzar humo y ordenar el abandono del barco. En ese momento, recordando que había un submarino alemán por la zona, el HMS Devonshire se alejó. El U-126, que se había sumergido, regresó a la superfície para recoger a los supervivientes. Estos serían recogidos por el buque de suministros Phyton; el buque debía reabastecer a varios submarinos mientras regresaba a casa, y, en uno de esos reaprovisionamientos, apareció otro crucero inglés, el HMS Dorsetshire, gemelo del que hundió al Atlantis y que hizo lo propio con el Phyton. De nuevo se repitió la historia. El HMS Dorsetshire se retiró para evitar ser torpedeado y los supervivientes del Atlantis y del Python quedaron a la deriva, en espera de ser rescatados. Varios submarinos llegaron a por los supervivientes y, llenando cualquier rincón de sus estrechos cascos, los llevaron a Francia, a donde llegó el último naufrago el 29 de diciembre de 1941.

Un agradecido almirante Raeder ascendió a todos los marinos y a todos los oficidales. Rogge recibió las hojas de roble para su Cruz de Caballero.

Bernhard Rogge sobrevivió a la guerra y sirvió en la Bundesmarine. Murió en Hamburgo el 29 de junio de 1982.

SUS VICTIMAS

1. MV Scientist

A fines de abril de 1940, cambió su pintura y asumió la identidad de un mercante japonés, el Kasii Maru. Una vez en el Atlántico, el 2 de mayo se encontró con el buque de línea SS City of Exeter, pero lo dejó pasar sin hacerle ningún daño. El 3 de mayo se tropezó con su primera víctima, el vapor británico MV Scientist de 6199 toneladas, que hundió rápidamente aunque logró transmitir la señal de alarma QQQ antes de arder en llamas por los disparos del Atlantis. Una semana después, el 10 de mayo, sembró las 92 minas que llevaba a 26 millas de Cabo Agulhas en la costa sudafricana, al este de Ciudad del Cabo, que era la ruta obligada del tráfico marítimo.

2. MV Tirrana

El 10 de junio de 1940 el Atlantis interceptó al MV Tirrana, motonave noruega de 7230 tn. La carga del Tirrana comprendía minerales valiosos y fue capturado. Fueron embarcados algunos prisioneros y enviado a Burdeos con una tripulación reducida. Cuando la nave ya se encontraba en Gironde fue hundida por el HMS Tuna. Murieron 60 prisioneros, más los pasajeros hombres, mujeres y niños.

3. SS Ciudad de Bagdad

Seguidamente, el Atlantis puso rumbo al Océano Índico. El día 11 de julio se cruzó con el vapor SS Ciudad de Bagdad de 7506 tn. Esta captura fue muy productiva porque la partida de abordaje encontró una copia del código British Allied Merchant Shipping (BAMS), código de las comunicaciones radiales del tráfico marítimo británico y un juego de instrucciones de navegación del Almirantazgo Británico para la marina mercante aliada, con todos los indicativos de las naves. El operador de radio del Atlantis, teniente Adolf Wenzel y su ayudante Heinrich Wasemann, este último con experiencia en el manejo de códigos militares, comenzaron a descifrar el código BAMS.

En esa época la marina de guerra y la marina mercante británicas utilizaban los métodos empleados en la Primera Guerra Mundial, esto es libros con tablas impresas con todos los códigos. Para entonces, la Royal Navy no tenía máquinas de enciframiento. En consecuencia, el capitán Rogge podía descifrar los mensajes de la marina mercante británica, identificar las naves por los indicativos y así preparar sus movimientos con anticipación. Con gran satisfacción, Rogge les comunicaba a sus prisioneros el nombre del barco que interceptaría al día siguiente.

4. SS Kemmendine

Así fueron hundidos el vapor británico Kemmendine de 7770 tn (13-07-1940), que fue detenido a cañonazos e inmediatamente se incendió debido a la carga de miles de litros de whiskey. La partida de abordaje no encontró nada valioso en el buque excepto dos animales disecados y Rogge ordenó hundirlo con un torpedo. Los pasajeros fueron subidos a bordo del Atlantis.

5. MV Talleyrand

Al interceptar al SS Talleyrand, una motonave noruega de 6730 tn, gemela del Tirrana, el 02-08-1940, Rogge lo utilizó para hacer prácticas con el avión de reconocimiento. Luego fue hundido con cargas explosivas.

6. MV King City

El MV King City, mercante británico de 4745 tn, fue hundido con fuego de cañón el 24-08-1940. El comportamiento de esta nave era extraño pues cambiaba continuamente de velocidad mientras navegaba a la altura de Madagascar. Rogge pensó que podía tratarse de una trampa siendo en realidad un barco Q británico (corsario contra submarinos), así que decidió torpedearlo sin hacer ninguna advertencia. El torpedo erró el blanco y Rogge ordenó dispararle con los cañones que impactaron la nave haciendo estallar un incendio. Cinco tripulantes murieron y el resto fueron rescatados de las aguas. La nave fue rematada y desapareció bajo el mar. Finalmente Rogge se enteró que el comportamiento extraño de la nave se debía a una avería.

7. MV Athelking

El MV Athelking, un buque cisterna británico de 9555 tn, fue avistado el 09-09-1940 pero no atendió el llamado a detenerse que le envió el Atlantis. El capitán Rogge ordenó disparar hasta que se detuvo. El puente del mercante británico quedó destrozado muriendo el capitán y dos tripulantes. El casco también estaba muy dañado y se estaba hundiendo, por lo que los alemanes no pudieron subir
a inspeccionar la carga. En la sala de radio del Atlantis detectaron señales de radio que inicialmente pensaron que procedían del Athelking, y en consecuencia el capitán Rogge ordenó reanudar el fuego para hundirlo. Las emisiones de radio continuaban mientras se hundía la nave y fue recién entonces que se se dieron cuenta que se trataba de otro buque que emitía las señales de radio.

8. MV Benarty

MV BenartyEl capitán Rogge obtuvo la dirección de donde procedían las señales de auxilio mediante el Radiogoniómetro y salió a la caza de la nave británica. Al día siguiente fue detenido el buque del cual procedían las señales del día anterior. Se trataba del vapor Benarty, un mercante británico de 5800 tn de registro bruto, el cual fue detenido y nuevamente el capitán Rogge tablas actualizadas con los códigos de radio de los mercantes. A esas alturas de la misión, mientras efectuaban las intercepciones, Wenzel usaba los códigos británicos para cancelar las llamadas de auxilio de los buques, mientras estaban hundiéndose, informando que se trataba de una falsa alarma. Esa táctica hizo que el rastreo del Atlantis fuera difícil para los británicos, porque no lograban predecir la ruta que seguía la nave corsaria.

9. SS Commissaire Ramel

Mientras tanto, Rogge había navegado 23.000 millas y tenía 327 prisioneros, que le causaba muchos problemas, además de la alimentación de los prisioneros y los problemas de salubridad que comenzaban a perjudicar la eficiencia de la nave. El 20 de setiembre hundió al SS Commissaire Ramel, barco francés de pasajeros que desplazaba 10.060 tn y que transportaba madera procedente de Fremantle, un puerto en la costa oeste de Australia. Al ser detenido el buque francés intentó enviar señales de auxilio por radio y el capitán Rogge ordenó abrir fuego y después abordarlo. Durante el ataque murieron tres tripulantes y el buque fue barrenado y hundido.

10. Vapor Durmitor

El 22 de octubre la situación de hacinamiento ya era un problema grave, por eso, la próxima nave debía ser capturada para enviar a los prisioneros a Japón. Interceptó al vapor Durmitor un carguero yugoslavo, de 5620 tn., pero su capitán antes de detenerse usó la radio, admitiendo que pidió instrucciones a un puerto enemigo. Pese a ser un barco de un país neutral, Rogge estimó que se trataba de una captura legal en vista del comportamiento del capitán de la nave. El barco estaba intacto y fue capturado sin pérdida de vidas, aunque se encontraba en muy mal estado de habitabilidad. 312 prisioneros fueron embarcados en la nave yugoslava y fue enviada a Mogadiscio en la Somalia italiana.

11. SS Teddy

El día 8 de noviembre capturó un buques cisterna noruego, el SS Teddy de 6738 tn, cargado con 10.000 tn de combustible diesel. La nave se dirigía a Singapur y fue capturada en la Bahía de Bengala. El Atlantis estaba camuflado como el mercante armado británico Antenor y al momento de abordarlo para inspeccionarlo, recién la tripulación se dio cuenta que se trataba de marinos alemanes. Rogge ordenó trasvasar todo el combustible que fuera posible a su nave y con una tripulación reducida el Teddy fue enviado al sur, a la espera de nuevas órdenes.

12. SS Ole Jacob

El SS Ole Jacob, buque cisterna noruego cargado con 10.000 toneladas de gasolina de aviación, fue capturado de la misma manera que el Teddy, aunque resultó un poco más difícil. Al ordenarle detenerse, el buque noruego hizo caso omiso a la advertencia e incluso conminó al buque alemán a terminar la persecución. Como la carga era necesaria para hacer un trueque con los japoneses por combustible para su nave y de paso deshacerse de los prisioneros, tuvo que tomar la nave al abordaje. Fue capturada intacta.

13. SS Automedon

Rogge había cambiado la identidad del Atlantis que simulaba ser un barco holandés. Wenzel interceptó el informe del rumbo de otro buque que se dirigía a Singapur y rápidamente la nave puso rumbo a las islas Nicobar, donde lo esperó hasta el 11 de noviembre de 1940. A las 7 de la mañana de ese día, avistó al SS Automedon, su presa número

es de mala suerte. Rogge ordenó que unos tripulantes vestidos de mujeres simularan tender ropa en la cubierta. Sin despertar sospechas acercó la nave al Automedon. A las 08:20 ambos buques navegaban cursos paralelos a 350 yardas de separación uno del otro. De pronto el Atlantis aumentó la velocidad se identificó y disparó un cañonazo ante la proa del Automedon y le ordenó detenerse. El buque comenzó a radiar una señal RRRR (señal de corsarios) y mediante banderines Rogge le ordenó que cesara de transmitir. Sin embargo, antes de darles tiempo a decodificar las banderas, Rogge ordenó abrir fuego contra el puente del barco. Pero, el cuarto de radio se encontraba detrás del puente, hacia popa, y seguía transmitiendo. El Atlantis disparó hasta 18 rondas con sus cañones de 15 cm, hasta que por fin fue silenciado.

Debido al ataque, en el puente del Automedon murieron el capitán McEwen, dos oficiales y un camarero. A bordo del carguero también se encontraba el capitán M. F. L. Evans de la marina mercante que en ese viaje actuaba como correo especial del Almirantazgo Británico a cargo de una correspondencia secreta. Evans tenía estrictas órdenes de lanzar al mar algunas piezas del correo, que iban en bolsas de lona gruesa. Pero, al primer disparo del Atlantis, Evans quedó inconsciente y al momento en que la partida de abordaje al mando del teniente Möhr capturaba la nave y tenía bajo su control todos los compartimentos del buque, incluso el de seguridad donde se encontraba el correo, recién recuperaba el conocimiento. Ya era demasiado tarde, las bolsas de lona con los importantísimos documentos estaban en manos alemanas.

Möhr no se había equivocado al juzgar lo que tenía entre manos. Una vez en el Atlantis revisaron el contenido minuciosamente y quedaron sorprendidos con lo estaban viendo.

En vista de la importancia de todo lo encontrado, Rogge decidió suspender sus operaciones y poner proa a Japón a máxima velocidad. Hundió al Automedon y transfirió a los prisioneros al Ole Jacob que se dirigió a Kobe adonde llegó el 4 de diciembre. Los prisioneros fueron bajados a tierra en la noche, para evitar se vistos por los agentes del MI6 que mantenían estrecha vigilancia sobre todos los barcos alemanes y japoneses. Los prisioneros fueron transferidos al trasatlántico alemán Scharnhorst y posteriormente al buque Storstad en el cual fueron trasladados a Burdeos.

Después del episodio del Automedon el Atlantis se reunió con el Pinguin y luego se dirigió a las islas Kerguelen para un descanso de dos semanas y para pasar la Navidad. Aprovecharon para hacer reparaciones y cuando estaban pintando la chimenea un marinero cayo sobre cubierta muriendo en el acto. El infortunado fue enterrado en Bassin de la Gazelle, Kerguelen.

14. SS Mandasor
En enero de 1941, el Atlantis estaba nuevamente en alta mar escuchando cuidadosamente las comunicaciones británicas, y el día 24, el capitán Rogge se interpuso en el camino del SS Mandasor, un carguero británico de 5145 tn que viajaba de Calcuta a Gran Bretaña llevando 2 mil tn de hierro y 1800 tn de té. El avión de exploración lo atacó con bombas y disparos de ametralladora. El carguero respondió al ataque con fuego de ametralladoras antiaéreas y siguió lanzando llamadas por radio. El Atlantis llegó al lugar y disparó haciendo blanco en 8 oportunidades, matando a 7 tripulantes y quedando en llamas fue abandonado por la tripulación que abordó los botes. Al amerizar el avión Arado dañó uno de los flotadores y se volcó hundiéndose. Finalmente la partida de abordaje revisó el barco y lo hundió con cargas explosivas.

15. MV Speybank

El siguiente buque que encontró el Atlantis fue el MV Speybank, también británico de 5150 tn. El 31 de enero de 1941, el barco británico se dirigía a Nueva York con una carga de minerales, alfombras, té y caucho. Fue capturado de noche sin que pudiera lanzar una llamada de auxilio. Rogge ordenó una partida de abordaje y luego despachó el buque a Burdeos al mando del oficial Schneidewind. La travesía fue hecha sin novedad pues Schneidewind conocía muy bien las rutas de Asia. En Burdeos el Speybank fue convertido en crucero auxiliar para el sembrado de minas con el nombre de Doggerbank (Schiff 53) que podía llevar 288 minas. El Doggerbanlk al mando de Schneidewind zarpó para cumplir la Operación Kopenhagen llegando sin novedad a las aguas del Atlántico Sur y proceder a sembrar la sminas cerca a Ciudad del Cabo. Lamentablemente el barco fue hundido por error por el U-43, con la pérdida de todos los tripulantes, excepto uno.

16. Ketty Brövig

Continuando su travesía el Atlantis encontró al cisterna noruego Ketty Brövig el 2 de febrero de 1941. La nave transportaba 10 mil tn de petróleo diesel de Baharain a Lourenço Marques. Este barco andaba desarmado y el capitán Rogge decidió atacarlo de noche. La tripulación china entró en pánico y se lanzaron al agua. Capturado el buque fue tripulado por alemanes para operar como buque de abastecimientos para la Kriegsmarine.

17. Zam Zam

El 17 de abril de 1941, el Atlantis encontró al barco de pasajeros egipcio Zam Zam, recién adquirido a los británicos y que se encontraba en ruta de Nueva York a Ciudad del Cabo. Estaba tripulado por toda una serie de nacionales de diversos países y 202 pasajeros no menos variopinta, en resumen una Torre de Babel donde no faltaban incluso religiosos de las más diversas órdenes que uno se pueda imaginar. Llevaba también 76 mujeres de varias nacionalidades de las cuales media docena estaban embarazadas. Entre los pasajeros se encontraban también 76 enfermeras griegas, 35 niños, el editor en jefe de la revista Fortune, un fotógrafo de la revista Life, más una carga de los más curiosa por lo variada, que incluía aceite lubricante, latón, ambulancias, camiones, material de construcción, planchas y barras de acero, radios, máquinas de escribir, baterías, cosméticos, ropa interior de damas, adornos, bisutería, Coca Cola y muchos otros productos más. Rogge confundió el barco con el porta tropas Bibby y lo atacó destruyendo el puente y la estación de radio.

La tripulación entró en pánico y saltó a los botes dejando a los pasajeros a su suerte. Los pasajeros fueron rescatados por el Atlantis mientras una partida de abordaje registraba el barco que comenzaba a hundirse muy lentamente. Todas las personas que viajaban en el Zam Zam, incluyendo las pertenencias de los pasajeros fueron embarcados en el Atlantis. Dos días después la nave corsaria entró en contacto con el buque de suministros Dresden, transfiriendo a todos los pasajeros, pero pese a la solicitud de Rogge para que todos fueran llevados a un puerto neutral, finalmente las órdenes fueron que los desembarcaran en Francia. El fotógrafo de Life fue David E. Scherman que tomo algunas fotografías que luego fueron decomisadas por los alemanes. Scherman logró esconder algunos rollos y cuando le permitieron regresar a Nueva York las publicó en la revista Life el 23 de junio de 1941.

18. SS Rabaul

Siguiendo con su patrulla, días después, Rogge concertó una cita con el HSK Kormoran, el buque de suministros Alsterufer y el buque cisterna Nordmark. Recibió un nuevo avión Arado AR 196 y hubo intercambio de películas, frutas en conserva, carne enlatada y carne seca, muy bien cambiadas por botellas del licor y cigarrillos capturados en el buque egipcio. El 14 de mayo de 1941, el Atlantis se cruzó en el camino del SS Rabaul un mercante británico de 6810 tn que se dirigía a Ciudad del Cabo. Le ordenaron detenerse pero desobedeciendo las señales siguió su camino siendo torpedeado y hundido. Se salvaron 51 tripulantes, pero al menos media docena de hombres perdieron la vida.

19. SS Trafalgar

El 24 de mayo de 1941, El Atlantis navegaba por aguas tranquilas y fue enviado el avión Arado para investigar lo que parecía un nuevo mercante. Efectivamente, se trataba del SS Trafalgar de 4530 tn de registro bruto que transportaba cerca de 5000 tn de carbón y dos aviones. La persecución duró casi todo el día hasta que se encontró a tiro de cañón. Una serie de disparos con la batería de proa de 15cm detuvo al mercante que comenzó a incendiarse por fuego iniciado en los aviones que eran transportados en la cubierta. El puente estaba destrozado y al llegar a su lado la carga de carbón comenzó a incendiarse. Los tripulantes se encontraban en el agua y al menos 7 de ellos perdieron la vida en el destrozado puente. No era posible entrar a la sala de máquinas para detener la nave, que con el timón trabado comenzaba a navegar en círculos. Rogge ordenó disparar un torpedo para terminar con la nave, que seguía navegando sin control. De pronto el torpedo comenzó a girar fuera de control y regresó con rumbo al Atlantis. En un par de minutos el torpedo se dirigió al propio Atlantis cuya proa estuvo a punto de ser el blanco. Un segundo torpedo también perdió el rumbo hasta que finalmente el tercero le pegó en el medio al incendiado mercante. Ya en plena noche el rescate de los supervivientes permitió recuperar a 33 tripulantes.

20. SS Tottenham

El 17 de junio de 1941, el mercante británico Tottenham navegaba rumbo a Alejandría procedente de Gran Bretaña por la ruta de Ciudad de El Cabo. El carguero transportaba aviones, partes de aviación, municiones, tractores, vehículos de transporte de personal etc. Pese a las órdenes de detenerse el capitán británico trató de escapar mientras hacía llamados de auxilio por radio. Durante todo el día el Atlantis se mantuvo pegado a la popa del buque británico acortando la distancia. Una vez que estuvo a tiro de cañón, Rogge ordenó dispararle delante de la proa. Las señales de radio continuaban siendo recibidas por el teniente Wenzel mientras el mercante contestaba el fuego con su batería de 10cm. que no llegó a tocar a la nave alemana. Rogge ordenó disparar todos los cañones haciendo dos blancos. El capitán británico ordenó abandonar el barco sin detener la marcha y como consecuencia dos botes salvavidas quedaron destrozados. Rogge ordenó disparar dos torpedos, pero una vez más erraron el rumbo y el tercero no le hizo mucho daño, al menos como para hundirlo. Abriendo fuego con los cañones de 15cm, el buque comenzó a incendiarse y luego hubo una explosión, pero no se hundió.

Rogge ordenó rescatar a los supervivientes, salvando a 29 hombres incluyendo el capitán de la nave, pero dejando a otros 17 en el bote salvavidas. Sabiendo que en esos momentos los británicos habían logrado obtener la posición de su nave, Rogge ordenó salir de la zona cuanto antes. El Tottenham quedó a la deriva y embarranco dos semanas después cerca a Rió de Janeiro. El segundo oficial 16 tripulantes deliberadamente evadieron el rescate y encontraron otros 5 hombres en balsas quedando a la deriva por 11 días más. El 18 de junio de 1941 fueron salvados por el SS Moronda.

21. MV Balzac

El 22 de junio de 1941, el Atlantis intercepto al MV Balzac. Se trataba de un carguero británico de 5372 tn con destino a Liverpool llevando una carga de 4200 tn de arroz y otras mercancías diversas. El Atlantis abrió fuego y la nave británica trató de escapar mientras radiaba señales SOS. Luego de muchos disparos que no lograron detener la nave pese a obtener algunos blancos, los cañones de babor del Atlantis dejaron de funcionar por recalentamiento. Rogge maniobró la nave para usar las baterías de babor cuando el Balzac se detuvo y comenzó a bajar los botes. Fueron rescatados los supervivientes excepto 4 que perdieron la vida.

22. MV Silvaplana

El 01 de julio de 1941, el Atlantis hizo un rendezvous con el HSK Orión en el Atlántico Sur. Navegó alrededor del Cabo de Buena Esperanza y puso rumbo a las aguas del Pacífico al sur de Australia y al este de Nueva Zelanda. Un mes estuvo navegando por esas aguas cuando encontró al MV Silvasplana una motonave noruega de 4790 tn cargada de valiosas mercancías incluyendo minerales, madera, caucho café y especias. Lanzaron una señal por radio y finalmente fue capturado. El buque era nuevo y estaba en muy buenas condiciones por lo que fue enviado a Burdeos con una tripulación reducida de 14 hombres. La nave llegó el 17 de noviembre al puerto francés.

El 22 de noviembre de 1941 se encontraba el Atlantis a medio camino entre Freetown y Ciudad del cabo, suministrando combustible al submarino U-126. Los oficiales se encontraban tomando una ducha caliente. Comieron y bebieron vino y café. Mientras en la sala de máquinas del Atlantis era cambiado un pistón del motor de babor. El avión Arado

había sufrido un accidente el día anterior y por tanto la nave se encontraba desprotegida. De pronto los vigías dieron la voz de alarma, habían avistado un buque de tres chimeneas de la Clase London. Se trataba del crucero pesado HMS Devonshire al mando del capitán R. D. Oliver.

Trataron de retirar las mangueras de combustible y Rogge viró la nave para presentar la popa al buque enemigo. Un hidroavión había sido lanzado del crucero y se acercaba a la nave corsaria. Rogge movía el barco tratando de ocultar el submarino a la vista del avión. El avión logró ver al submarino en el momento que se sumergía dejando una estela de petróleo dejada por las mangueras dañadas por la maniobra inesperada. A bordo del Atlantis todavía se encontraban oficiales del submarino, que fueron sorprendidos mientras tomaban una ducha.

Rogge era un comandante experimentado, sabía que nada podía hacer con 14 nudos menos de velocidad y el alcance de los cañones de 8 pulgadas del crucero británico. Su única oportunidad era acercársele a toda la velocidad que le permitía su único motor, mientras hacia esfuerzos por mantener el rumbo de la nave que intentaba derivar a estribor.

El crucero lanzó dos proyectiles, uno a babor y otro a estribor. El Atlantis lanzó la señal RRR identificándose como el mercante holandés Polyphemus. En el momento, de emitir la señal, el teniente Wenzel cometió el error de enviar tres R en vez de cuatro, que era la nueva norma establecida. El comandante del crucero sospechó y actuó con cautela. Manteniéndose a distancia prudencial radió un mensaje al comando del Atlántico Sur para asegurarse que fuera el Polyphemus.

Sin variar posiciones, ambas naves esperaron durante una hora. Rogge esperaba que el submarino pudiera ponerse en posición para intentar un ataque. Mientras tanto el crucero navegaba sin acercarse más de 17.000 yardas, bien al alcance de sus cañones.

Una hora después el buque británico recibió la respuesta que le despejó toda duda respecto a la identidad del Buque C. Mientras tanto, el primer teniente del U-126 equivocadamente pensó que el Devonshire se acercaría a buque alemán y por tanto si se quedaba cerca tendría oportunidad de dispararle un par de torpedos.

El Devonshire se acerco a toda máquina disparando tres andanadas, dos de ellas que impactaron en el barco alemán. Después de hacerle 30 disparos acertó seis de ellos que detuvieron al Atlantis. Siete hombres murieron. La nave comenzó a incendiarse en el momento en que Rogge ordenó abandonar el barco. El propio comandante y el teniente Fehler bajaron al depósito de municiones y activaron una carga de explosivos abandonando el barco inmediatamente. A las 09:58 una enorme explosión terminó con el buque que en menos de dos minutos desapareció de la superficie.

El comandante Oliver sospechando que el submarino estaba en los alrededores no rescató a ninguno de los supervivientes alejándose rápidamente del lugar a máxima velocidad.

Poco después emergió el U-126 para rescatar a los náufragos. 55 hombres fueron puestos bajo cubierta y 52 quedaron sobre cubierta. Otros 201 tripulantes del Atlantis fueron remolcados en cuatro botes salvavidas. Poco después entraron en contacto con el buque de suministros Python que se dirigía a reabastecer al U-68 y al UA.

Python

El 30 de noviembre de 1941 a las 15:30 el bueque de abastecimientos Python estaba reabasteciendo al UA después de haber hecho lo propio con el U-68. Mientras transferían suministros a los submarinos. De pronto apareció el crucero HMS Dorsetshire, gemelo del Devonshire, aproximándose rápidamente. El UA se sumergió inmediatamente, cosa que no pudo hacer el U-68 pues estaban en esos momentos cargando torpedos y tenía las escotillas abiertas. El buque británico abrió fuego y el Python estalló en llamas al recibir varios impactos. El U-68 le disparó cinco torpedos al crucero pero maniobrando a velocidad ninguno hizo blanco.

Una vez que el crucero desapareció de la escena en 11 botes y siete balsas salvavidas 414 hombres estaban a la espera de que emergieran los submarinos. Cerca de cien fueron llevados a bordo de los submarinos mientras el resto eran remolcados en una lancha a motor. Poco después, los días 3 y 5 de diciembre, llegaron al lugar el U-129 y el U-124. En las siguientes dos semanas los submarinos italianos Luigi Torelli, Enrico Tazzoli, Giuseppe Finzi y Pietro Calvi se sumaron al rescate. Todos llegaron a salvo a Saint-Nazaire entre los días 23 y 29 de diciembre de 1941.

Después de la caída de Singapur, en 1942, el Emperador Hiroito le entregó al capitán de fragata Bernhard Rogge una Espada Samurai Katana en reconocimiento por el logro al capturar al Automedon. Sólo otros dos oficiales alemanes recibieron ese honor: Hermann Göring y Erwin Rommel. Rogge fue condecorado también con la Cruz de Caballero con Hojas de Roble.

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